¿Dónde están esas personas especiales? Pero no digo especiales porque tengan un trabajo importante, unos ingresos generosos o una belleza indescriptible. No, hablo de una persona especial de verdad, de la de toda la vida, de la que es realmente especial.
Veréis, creo que me no me estoy explicando correctamente.
Una persona especial es esa que se ríe, se ríe de él, de tí, de vosotros, de todo, que sonríe excesivamente.
Una persona especial que no le de vergüenza nada, nada como gritar por la calle, nada como hacer el idiota, nada como que te pongas a cantar reggaeton en medio de la Gran Vía, sin importarle los demás.
Una persona especial para tí, que le encante que te encante algo. Que tenga pasión por vivir, por crear, por crecer como persona. Que sea como esas sábanas recién usadas en una noche, como unas zapatillas de estar por casa.
¿Cómo unas zapatillas de estar por casa? Sí, como eso. Que se adapta a tu cuerpo, atí, a tus comodidades, que te lleva, que evita que te golpees, que te hace sentir cómoda y que te da calor.
Deberías buscar a un chico especial, de esos con los que no puedes parar de reír, ¡ay!, que bonito es reír y más si es en compañía.
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