No existen las personas marcadas por un pasado trágico, existen las personas que no son capaces de superar.
No existen las personas a las que les gusta tener cierta libertad, existen las personas que no se atreven a compartir.
No existen las personas que ya no creen en el amor, existen las personas que basan todo en el amor, de una manera u otra.
En esta vida no existen motivos por los cuales no quieras arriesgarte a tener todo y perderlo, existen las excusas. En esta vida hay dos tipos de personas: las que quieren y las que no, y querer es poder.
Si no quieres y te va bien la táctica de echar un polvo a las seis de la mañana con una chica de la que ni recordarás, ya no solo su nombre, sino cómo iba vestida, adelánte, si tras doce horas te sigues sintiendo como el mismo tio duro de la noche anterior, claramente no quieres querer, te va lo simple y lo que nunca durará más de medio día.
Si por el contrario eres de querer, de los que tras echar el mejor polvo de tu vida luchas por no solo robárle a esa persona la pasión más escondida sino robárle el corazón pues te consideras valiente como para ello, adelánte, después de quitarle las bragas quítale su pasado trágico, su miedo a compartir y hazle sentir un tipo de amor que ya creía nulo en este mundo de belleza exterior.
No pidas que alguien te espere tras la puerta de tu hogar para preguntarte cómo te fue hoy si no le diste las llaves para entrar.
No pidas que te quieran si no sabes querer, o no te atreves.
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