Y a veces la vida es eso, aparentar. No aparentar algo que no eres, aparentar como no te sientes. Puedes reír, saltar, correr, arreglarte, ponerte guapa, puedes hacer lo que quieras. Pero, aún así, seguirás queriendo llorar, tirarte en la cama y no hacer nada, no fijarte en lo que te pones...
Porque en el fondo no estas siendo tú, quieres aparentar ser fuerte, que no tienes debilidades y que eres feliz, pero no lo eres, cosas de la vida te llevan a ello. Pero ¿y qué vas a hacer?, ¿llorar todo el día acaso?, ¿no salir de casa?, ¿no ponerte guapa toda las mañanas?.
Verás, la vida no trata de eso, trata de tener unas ganas inmensas de hacerlo y no hacerlo. Quiero decir; tener la valentía de luchar contra viento y marea, contra todo lo malo de esta vida y convertirlo en bueno. No todos lloramos de la misma manera, hay sonrisas que esconden miles de lágrimas. Por eso llora, ríe, canta, baila, pero que las cosas buenas siempre sean más que las malas.
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